Autora: Ana Cuevas Romo
POV: Como cuando estás totalmente concentrado en una actividad que te encanta, que es un reto para ti pero que al mismo tiempo sientes la seguridad en tus habilidades para lograrlo, y se te pasa el tiempo sin que te des cuenta. Ese es el estado de flow.
El psicólogo Mihaly Csikszentmihalyi y sus colegas alrededor del mundo han investigado lo que denominan el flow o “experiencia ópitma”: ese estado en el que “la persona se encuentra completamente absorta en una actividad por su propio placer y disfrute, durante la cual el tiempo vuela y las acciones, pensamientos y movimientos se suceden unas a otras sin pausa”.
Por décadas Mihaly y sus colegas han entrevistado a personas de muy diferentes países, culturas, ocupaciones, educación, posición socioeconómica, edad, experiencias de vida, etc. para explorar ¿qué les hace dedicar su tiempo/su vida a hacer cosas por las que muchos de ellos no esperan ni fama ni fortuna, pero que hacen que su vida tenga sentido y valga la pena? ¿Qué los motiva a realizar una actividad o trabajo por el simple hecho de hacerlo? Las personas que han investigado este estado se han enfocado en aspectos positivos de la experiencia humana, tales como la alegría, la creatividad y el proceso de involucración total con la vida, o el flow.
¿Cómo se siente estar en el estado de flow? En sus investigaciones con deportistas olímpicos, pintores, monjes, líderes de negocios, granjeros, bailarines, obreros, científicos, músicos, pobladores de comunidades aisladas, habitantes de grandes ciudades, etcétera, Mihaly descubrió que todos coinciden en sentir:
- Completa concentración e involucramiento en lo que están haciendo.
- Una sensación de éxtasis o estar fuera de la realidad cotidiana.
- Gran claridad interior: saben lo que se necesita hacer y lo bien que lo están haciendo.
- Certeza de que la actividad es un reto que a su vez es factible y que sus habilidades son adecuadas para lograrlo.
- Una sensación de serenidad: sin preocuparse por si mismos y un sentimiento de crecer más allá de los límites del ego.
- Atemporalidad: completamente centrada en el presente, no se percibe el paso del tiempo o las horas parecen pasar en minutos.
- Motivación intrínseca: la actividad que genera la experiencia de flow es su propia recompensa.
Este estado de fluidez no solamente lo describen grandes deportistas, artistas, líderes de negocios. También lo experimentan personas que han tenido experiencias de vida muy difíciles. Incluso muchas personas lo experimentan en las actividades más cotidianas, “aburridas” o rutinarias. En todos los casos las personas que identifican un reto enfrente y que se ponen metas alcanzables y enfocan sus habilidades y atención plena para lograrlas, son quienes logran una Experiencia óptima.
En estas investigaciones se han encontrado tendencias respecto a la experiencia del flow. Evidentemente, no hay recetas, trucos o consejos sobre cómo ser feliz: “eso sería totalmente imposible, puesto que tener una vida plena es una creación individual” (Csikszentmihalyi, 1990). Sin embargo, estos principios generales pueden servir como ejemplos para transformar algunas de nuestras experiencias y actitudes hacia nuestras actividades.
Como ya se mencionó, el flujo combina la atención con la acción en una actividad específica. Una actividad que representa un nivel de dificultad retador, en conjunto con un nivel de habilidades suficientes para desarrollarla, es la combinación que lleva a la experiencia óptima. Cuando estás realizando una actividad que no es difícil y para la cual no necesitas habilidades, es cuando estás en un estado de apatía, por ejemplo, viendo pasivamente un video que no te representa ningún reto. Sin embargo, si estás practicando una nueva jugada en tu deporte favorito, tienes un reto interesante y posible de lograr después de practicarlo lo suficiente. “Los mejores momentos de nuestra vida no son los pasivos, receptivos y relajantes… Los mejores momentos suelen ocurrir cuando el cuerpo o la mente de una persona se esfuerzan hasta el límite en un esfuerzo voluntario por lograr algo difícil y que vale la pena” (Csikszentmihalyi, 1990)
Por ello, nos conviene buscar actividades que tengan un significado para nosotros, nos representen un reto, en las que podamos poner en práctica nuestras habilidades, y combinemos nuestra acción y atención en dicha actividad, así podremos encontrar el estado de flow.