Jaime obtuvo la beca Uni para estudiar Ingeniería Industrial un semestre en Brasil.
¿Cuándo entraste a la Uni sabías que había programas internacionales?
Si sabia, de hecho, yo buscaba que me revalidaran materias en la UNI, pero si me revalidaban no podía irme de intercambio y decidí empezar la carrera de nuevo.
Cuando entraste a tu carrera ¿creíste que estudiarías en otro país?
Fue una de mis metas desde un inicio de mi carrera.
¿Ya habías vivido o estudiado fuera de México?
No, nunca.
¿Que te impulsaba o motivaba para estudiar en otro país?
Las ganas de conocer otra cultura, aprender otro idioma y tener esa gran experiencia
¿Por qué decidiste estudiar en Brasil?
Había escuchado que la gente, el ambiente, la cultura eran muy buenas y que me harían sentir como en casa
¿Qué sentiste cuando llegaste al nuevo país?
La verdad me sentí un poco nervioso, emocionado y a la vez con miedo, pero con el tiempo todo fue mejorando.
¿Cómo te han recibido en la universidad a la que llegaste?
De la mejor manera posible, siempre al pendiente y siempre ayudándonos en lo que necesitáramos y siempre con una sonrisa.
¿Qué es lo que más extrañarás de México?
Obviamente a mi familia, y un poco la gastronomía. Pero me adapto fácilmente entonces no es como que extrañe mucho.
¿Y de la Uni?
A mis amigos.
¿Qué es lo más emocionante que has vivido hasta ahora en esta experiencia?
Realmente todo, el intercambio lo considero como el mejor regalo, oportunidad o experiencia que nos han facilitado tanto nuestros padres como la universidad de Celaya.
¿Y lo más difícil?
Al principio el idioma, y nada más.
¿Qué esperas como persona y como profesional de este programa?
Realmente aprendí demasiado, crecí, madure supe lo que es estar en otro país sin tu gente sin tus raíces, el punto es saber aceptarlo, adaptarte y saber que será la mejor experiencia que puedas tener como estudiante. También espero que las próximas generaciones que vienen, sepan aprovecharlo al máximo y disfrutarlo.
Estas oportunidades que da la Uni ¿las recomiendas a tus compañeros?
Claro que sí, no se van a arrepentir.