Ana Lizbeth Cerriteño Martínez, alumna de Licenciatura en Gastronomía realizó una estancia profesional en Alemania otoño 2017
¿Cuándo entraste a la Uni sabías que había programas internacionales?
Sí, me parecía una buena oportunidad para crecimiento profesional.
¿Creíste que te irías a vivir y estudiar en el extranjero en tu primer semestre?
No, veía eso como una posibilidad muy lejana.
¿Ya habías vivido o estudiado fuera de México?
No, pero soñaba mucho con algún día poder hacerlo.
¿Que te impulsaba o motivaba para estudiar en otro país?
El hecho de conocer otra cultura y sobre todo su gastronomía era lo que más llamaba mi atención, es muy emocionante salir de tu zona de confort y arriesgarte a conocer muchas cosas interesantes de ese país.
¿Por qué decidiste estudiar en ese país?
Se abrió una convocatoria para realizar prácticas profesionales en Alemania, debido a mi esfuerzo yo cumplía con los requisitos para poder aplicar en ello y fui seleccionada. A partir de ese momento tuve la oportunidad de cumplir uno de mis sueños, que era preparar comida 100% mexicana en el extranjero.
¿Qué sentiste cuando llegaste al nuevo país?
Fueron demasiadas emociones, estaba muy nerviosa, tuve un choque cultural pero sobre todo estaba muy feliz. Es indescriptible ese momento.
¿Cómo te recibieron?
El ambiente en el restaurante la mayoría del tiempo era muy relajado, el Chef encargado era joven y explicaba las técnicas y platillos que más se realizaban allá, aprendí mucho de la gastronomía alemana que me encanto. Tuve la fortuna de conocer personas que me ayudaron bastante en esta experiencia.
¿Qué es lo que más extrañarás de México?
A mi familia, a mi novio y mis amigos. Me gustan varios platillos alemanes, pero igual extrañaba mucho la comida que hace mi mamá.
¿Y de la Uni?
Mis clases de cocina, y algunos de mis maestros que me ayudaron demasiado a lo largo de mi carrera.
¿Qué es lo más emocionante que has vivido hasta ahora en esta experiencia?
Me causo mucha alegría y orgullo al ver la cara de felicidad de los comensales al probar la comida mexicana que yo hacía, sin duda alguna entregarle a alguien un platillo delicioso y que lo disfrute es muy satisfactorio para un cocinero.
Y por supuesto viajar. Pude conocer varios lugares de Alemania y al finalizar mis prácticas fui a Francia e Italia.
¿Y lo más difícil?
Aprender a vivir sola, es complicado cuando te enfrentas a la realidad y tener tantas responsabilidades pero después me acostumbre. También lo difícil fue el idioma, no sabía nada de alemán así que tuve que comunicarme con inglés la mayor parte del tiempo. Tuve ocasiones en las cuales me sentía muy sola, extrañaba a mi familia y solo quería correr y abrazarlos, pero estaba a miles de kilómetros y tuve que aprender a sobrellevarlo por mi cuenta, lo cual me sirvió demasiado porque ya no soy la misma persona que era cuando partí aquel día de México, cambie en muchos aspectos.
¿Qué esperas como persona y como profesional de este programa?
Personalmente esto me ayudo demasiado a madurar, a ver las cosas desde otra perspectiva y no me arrepiento de nada, fueron demasiadas las experiencias que tuve gracias a esta oportunidad. Y profesionalmente pienso que realizar mis prácticas en el extranjero me ayudará en mi futuro para seguir mejorando, y espero que me abra muchas puertas en el ámbito laboral.
Estas oportunidades que da la Uni ¿las recomiendas a tus compañeros?
Absolutamente, pienso que te ayuda bastante en la vida. Y si en algún momento tienen la posibilidad de irse de intercambio ojalá lo aprovechen y puedan vivir estas experiencias maravillosas.
Gracias a la Universidad de Celaya y a las personas que creyeron en mí por darme la oportunidad de seguir mis sueños.